El té, idolatrado por los ingleses y usado como remedio casero desde hace años puede ser uno de tus mejores aliados.
Dice la leyenda que en plena época imperial las reglas sobre salud obligaban a cocer el agua antes de consumirla para evitar enfermedades. Un monje esperaba a que su copa se enfriara en un jardín cuando unas hojas cayeron de un árbol cercano. El líquido transparente inmediatamente cambió de color. Extrañado se arriesgó a probarlo y su sabor le encantó. El árbol fue bautizado como árbol de té.
Su composición de polifenoles, vitaminas, antioxidantes, sales minerales, cafeína y flúor lo convierten además en una bebida sana.
Coge tu té favorito, añade un par de cucharadas de vinagre de manzana y otras dos de miel natural de abeja. Con esta sencilla receta tendrás un té rico y efectivo.
El vinagre de manzana es muy positivo para combatir la caspa, darle brillo al cabello, perder peso, rejuvenecer o aliviar la acidez. La miel por otra parte es genial para el insomnio, la indigestión, fortalece el corazón, actúa como laxante suave y controla el peso.
Por eso tanto la ingesta de este té tiene entre otros efectos beneficiosos favorecer la memoria, evitar la caída del cabello o regular el transito intestinal. También se puede aplicar a modo de pomada, por ejemplo, sobre varices, creando efecto calmante y mejorando visiblemente hinchazones… Y además está delicioso.
24/04/2009
ES CIERTO ESTE TE ES BUENO. DEBO CONFESAR QUE LO PREPARE CON MUCHAS DUDAS