Ya nos acercamos a la tradicional fiesta de la Navidad. La festividad más colorida, hogareña y familiar de todas las existentes. Siempre gusta de hacer algo especial en esta época, para poder recordarlo el resto del año y en años posteriores, por haber disfrutado de unos días particularmente divertidos y relajantes, donde se reafirman los lazos familiares y se comparte con ellos el tiempo y las actividades vacacionales.
Otra opción es perderse unos días solo o en pareja, bien por que se es joven y quiere conocer rutas y parajes nuevos, o porque se quiere conocer una nueva forma de vivir la navidad, lo cierto es, que a esta opción, cada día más gente se apunta y es que pasar las fiestas con amigos, la pareja o solo en algún paraje distinguido, de belleza invernal, es una vivencia que da color y placer a la festividad.
Andorra contiene un paraje esplendido, digno de ser la imagen de la más hermosa estampa navideña, si se busca el blanco como telón de fondo, montañas a un lado y otro, formando una bonita silueta contrastada por el azulado cielo y bañada por los rayos del sol, en el principado se sentirá gratificado.
En contra de lo que se piensa, no es solo un destino para especialistas y amantes del esquí y los deportes de invierno, aunque si una buena ocasión para aprender y adentrarse en estos entretenidos y apasionantes deportes.
Tanto solo como en familia, en Andorra se puede disfrutar en una casa rural perdida entre las montañas y la nieve, disfrutando de un buen caldo al calor de la chimenea mientras se mantiene una agradable conversación.
O también se puede alquilar un apartamento, una opción más económica para ir en grupos y apuntarse en cualquiera de las modalidades de diversión que se ofrecen como el esquí, la escalada, el senderismo, las motos de nieve, la pesca, etc.
Imagen: theulifestyle.com.